El Primer Ministro ha hecho un comunicado con respecto a Alan Turing, el rompe-códigos de la segunda guerra mundial, reconociendo el terrible trato que recibió por ser gay.
Alan Turing, un matemático famoso principalmente por su labor de romper los códigos alemanes Enigma, fue condenado por "indecencia flagrante" en 1952 y sentenciado ser castrado químicamente.
El comunicado de Gordon Brown ha sido en respuesta a una petición publicada en el website Number 10 que ha recibido miles de firmas en los últimos meses.
2009 ha sido un año de profunda reflexión. Una oportunidad para [Gran] Bretaña, como nación, de conmemorar la profunda deuda que tenemos con aquellos que vivieron antes que nosotros. Una única combinación de aniversarios y eventos que ha vertido en nosotros ese sentido de orgullo y gratitud que caracteriza a la experiencia británica. Hace poco estuve con los presidentes Sarkozy y Obama honrando el servicio y sacrificio de los héroes que tomaron las playas de Normandía hace 65 años. Y justo la semana pasada se cumplieron 70 años desde que el gobierno británico declaró su intención de tomar las armas y combatir el fascismo, lo cual significó el estallido de la segunda guerra mundial. Me complace y enorgullece que, gracias a una alianza de informáticos, historiadores y activistas LGTB, tengamos la oportunidad este año de señalar y celebrar otra contibución a la lucha británica contra la oscuridad de la dictadura: la del rompe-códigos Alan Turing.
Turing fue un matemático muy brillante, principalmente famoso por romper el código Enigma alemán. No es exagerado decir que, sin su extraordinaria contribución, la historia de la segunda guerra mundial podría haber sido muy diferente. Fue realmente uno de esos pocos individuos de los que podemos decir que su contribución ayudó a darle la vuelta al curso de la guerra. La deuda de gratitud que se tiene con él hace que sea, por tanto, más horripilante el que se le tratase tan inhumanamente. En 1952 fue condenado por "indecencia flagrante" y, de hecho, juzgado por ser gay. Su sentencia fue la castración química mediante una serie de inyecciones de hormonas femeninas, sentencia que tuvo que afrontar como pobre alternativa a la pena de prisión. Se suicidó justo dos años después.
Miles de personas se han congregado para pedir justicia para Alan Turing y el reconocimiento del atroz modo en el que fue tratado. Aunque Turing fue condenado por la ley vigente en aquél momento y no podemos dar marcha atrás al reloj, su trato fue, por supuesto, completamente injusto y me complace tener la oportunidad de decir lo profundamente que lo lamentamos todos nosotros. Alan y los varios miles de otros homosexuales que fueron condenados como él lo fue por esas leyes homófobas fueron tratados de un modo terrible. A lo largo de los años, millones más han vivido con miedo a ser condenados.
Estoy orgulloso de que esos días hayan pasado y que en los últimos 12 años este gobierno haya hecho tanto para hacerle la vida más justa e igualitaria a nuestra comunidad LGTB. Este reconocimiento al estatus de Alan como una de las más célebres víctimas británicas de la homofobia es otro paso hacia la igualdad, que llega con mucho retraso.
Pero incluso más que eso, Alan se merece el reconocimiento por su contribución a la humanidad. Para aquellos de nosotros que nacimos después de 1945 en una Europa unida, democrática y en paz, es difícil de imaginar que nuestro continente fuese una vez el escenario de la hora más oscura de la humanidad. Es difícil creer que en ese tiempo la gente pudiera consumirse tanto por el odio (por el antisemitismo, por la homofobia, por la xenofobia y por otros prejuicios asesinos) que las cámaras de gas y los crematorios se convirtieran en parte del paisaje europeo tanto como lo habían sido las galerías, universidades y salas de conciertos que habían sido signo de la civilización europea durante cientos de años. Es gracias alos hombres y mujeres que se comprometieron totalmente en la lucha contra el fascismo, gente como Alan Turing, que los horrores del Holocausto y de la guerra total sean parte de la historia de Europa y no de su presente.
Así que, de parte del gobierno británico y de todos los que vivimos en libertad gracias al trabajo de Alan, estoy muy orgulloso de decir: "Lo sentimos. Te merecías algo mucho mejor."
Gordon Brown
Alan Turing, un matemático famoso principalmente por su labor de romper los códigos alemanes Enigma, fue condenado por "indecencia flagrante" en 1952 y sentenciado ser castrado químicamente.
El comunicado de Gordon Brown ha sido en respuesta a una petición publicada en el website Number 10 que ha recibido miles de firmas en los últimos meses.
COMUNICADO
2009 ha sido un año de profunda reflexión. Una oportunidad para [Gran] Bretaña, como nación, de conmemorar la profunda deuda que tenemos con aquellos que vivieron antes que nosotros. Una única combinación de aniversarios y eventos que ha vertido en nosotros ese sentido de orgullo y gratitud que caracteriza a la experiencia británica. Hace poco estuve con los presidentes Sarkozy y Obama honrando el servicio y sacrificio de los héroes que tomaron las playas de Normandía hace 65 años. Y justo la semana pasada se cumplieron 70 años desde que el gobierno británico declaró su intención de tomar las armas y combatir el fascismo, lo cual significó el estallido de la segunda guerra mundial. Me complace y enorgullece que, gracias a una alianza de informáticos, historiadores y activistas LGTB, tengamos la oportunidad este año de señalar y celebrar otra contibución a la lucha británica contra la oscuridad de la dictadura: la del rompe-códigos Alan Turing.
Turing fue un matemático muy brillante, principalmente famoso por romper el código Enigma alemán. No es exagerado decir que, sin su extraordinaria contribución, la historia de la segunda guerra mundial podría haber sido muy diferente. Fue realmente uno de esos pocos individuos de los que podemos decir que su contribución ayudó a darle la vuelta al curso de la guerra. La deuda de gratitud que se tiene con él hace que sea, por tanto, más horripilante el que se le tratase tan inhumanamente. En 1952 fue condenado por "indecencia flagrante" y, de hecho, juzgado por ser gay. Su sentencia fue la castración química mediante una serie de inyecciones de hormonas femeninas, sentencia que tuvo que afrontar como pobre alternativa a la pena de prisión. Se suicidó justo dos años después.
Miles de personas se han congregado para pedir justicia para Alan Turing y el reconocimiento del atroz modo en el que fue tratado. Aunque Turing fue condenado por la ley vigente en aquél momento y no podemos dar marcha atrás al reloj, su trato fue, por supuesto, completamente injusto y me complace tener la oportunidad de decir lo profundamente que lo lamentamos todos nosotros. Alan y los varios miles de otros homosexuales que fueron condenados como él lo fue por esas leyes homófobas fueron tratados de un modo terrible. A lo largo de los años, millones más han vivido con miedo a ser condenados.
Estoy orgulloso de que esos días hayan pasado y que en los últimos 12 años este gobierno haya hecho tanto para hacerle la vida más justa e igualitaria a nuestra comunidad LGTB. Este reconocimiento al estatus de Alan como una de las más célebres víctimas británicas de la homofobia es otro paso hacia la igualdad, que llega con mucho retraso.
Pero incluso más que eso, Alan se merece el reconocimiento por su contribución a la humanidad. Para aquellos de nosotros que nacimos después de 1945 en una Europa unida, democrática y en paz, es difícil de imaginar que nuestro continente fuese una vez el escenario de la hora más oscura de la humanidad. Es difícil creer que en ese tiempo la gente pudiera consumirse tanto por el odio (por el antisemitismo, por la homofobia, por la xenofobia y por otros prejuicios asesinos) que las cámaras de gas y los crematorios se convirtieran en parte del paisaje europeo tanto como lo habían sido las galerías, universidades y salas de conciertos que habían sido signo de la civilización europea durante cientos de años. Es gracias alos hombres y mujeres que se comprometieron totalmente en la lucha contra el fascismo, gente como Alan Turing, que los horrores del Holocausto y de la guerra total sean parte de la historia de Europa y no de su presente.
Así que, de parte del gobierno británico y de todos los que vivimos en libertad gracias al trabajo de Alan, estoy muy orgulloso de decir: "Lo sentimos. Te merecías algo mucho mejor."
Gordon Brown
Traducción de http://www.number10.gov.uk/Page20571
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